martes, 10 de febrero de 2015

Sociedad del conocimiento

          SOCIEDAD DEL CONOCIMIENTO Y EDUCACION

LOS PARADIGMAS Y RIESGOS DE LA SOCIEDAD DEL CONOCIMIENTO

Cuando los seres humanos comienzan a utilizar el lenguaje, se pudo acumular en la memoria el conocimiento social adquirido y así preservarlo y transmitirlo a las nuevas generaciones. Esto permitió que muchos saberes aprendidos no se olviden y puedan ser enriquecidos o mejorados por la acción de otras personas. Así fue posible mejorar la calidad de vida y el ritmo de evolución tecnológica.
Antes del lenguaje, la enseñanza y aprendizaje se adquiría como fruto de las actividades cotidianas de la vida diaria mediante la observación y la repetición de los actos de los adultos, muchas veces en forma de juego, que era la manera natural de socialización. Con el lenguaje la enseñanza y el aprendizaje comenzaron a descontextualizarse o disociarse de las actividades de la vida diaria cambiando las formas mentales de procesar la información recibida.
La información, la comunicación, la educación y el conocimiento son esenciales para la iniciativa, el progreso y el bienestar de las sociedades. A su vez, las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) que potencian esos cuatro conceptos, tienen inmensas repercusiones en prácticamente todas las dimensiones de nuestras vidas. 

La capacidad de las tecnologías digitales para superar o, en todo caso, reducir las consecuencias de muchos obstáculos tradicionales, especialmente los que suponen el tiempo y la distancia, ha propiciado que, por primera vez en la historia, el vasto potencial de estas tecnologías sea utilizado por millones de personas en todo el mundo y en beneficio de ellas.

En la Declaración de Principios de la Cumbre Mundial sobre la Sociedad de la Información (2003 y 2005) se señalaba que “debe promoverse el empleo de las TIC a todos los niveles en la educación, la formación y el perfeccionamiento de los recursos humanos…

Los creadores, los editores y los productores, así como los profesores, instructores, archivistas, bibliotecarios y alumnos deberían desempeñar una función activa en la promoción de la sociedad de la información…

Medidas especiales como la formación continua y de adultos, la capacitación en otras disciplinas y el aprendizaje continuo, son claves a la hora de beneficiarse de las nuevas posibilidades ofrecidas por las TIC para los empleos tradicionales, las profesiones liberales y las nuevas profesiones. En efecto, nos encontramos en la sociedad de la información, en la sociedad red, en la sociedad del aprendizaje, en la sociedad del conocimiento. 

Bien sabemos que a través de la información surge el conocimiento, una vez que aquella ha dado significado a los datos, con el apoyo inexcusable de la educación, de las experiencias previas y de los valores asumidos.

Cierto que el conocimiento se produce por una confluencia, entre otros, de dos factores sustanciales, la indicada información (búsqueda, procesamiento, almacenamiento…)  y  la comunicación (distribución e intercambio de información). Y esos procesos se activan de forma sistemática a través de la educación para lo que entendemos que se hace preciso el uso adecuado de los recursos, herramientas, aplicaciones, redes y entornos tecnológicos que configuran elementos esenciales de esta sociedad….

El hombre sigue siempre una manera de realizar con éxito las diversas prácticas sociales. Para vivir necesita producir y esto le implica una relación con la naturaleza por medio del trabajo para la obtención de productos necesarios, gestión, que al margen del nivel de desarrollo, aconseja seguir un método, no importando el grado de perfección.

Lo que cuenta es que mediante ese modo de hacer las cosas el hombre se provee de aquello que le sirve para su existencia. Siendo de esta manera como se apropia de la naturaleza, asimilándola en una doble perspectiva: en lo material, por medio de sus productos, transformándola o adecuándola a sus necesidades, y en lo teórico haciendo parte de su mundo intelectivo mediante la aprehensión de las cualidades o atributos que esta le brinda.
El conocimiento y el pensamiento fueron más fiables y sistematizados. Ahora, la posibilidad de acumular el conocimiento, de transferirlo a otras personas presentes y no presentes, del mismo tiempo o de la posteridad y de asociarlo a un objeto el  hombre pudo consolidar  a la escritura como  elemento de poder político, económico, social y cultural y por ende el mecanismo principal para llegar al conocimiento.
Un ejemplo típico, de conocimiento y de la aplicación del lenguaje, no sólo como instrumento educativo, y como medio de persuasión, es el de las tradiciones religiosas; las religiones sin libro tendieron a desaparecer  y las que tuvieron libros acrecentaron su influencia más allá de las fronteras de origen. La letra da cierta credibilidad a ideas y pensamientos que el habla sola no producía porque la producción de argumentos y la legitimidad alcanzada no se podían discutir con el autor; esa era la verdad y no se discutía.

Con la alfabetización aparecen las escuelas hace unos 4.500 años en la Mesopotamia asiática, Egipto y China. Su objetivo era enseñar la escritura cuneiforme a la clase privilegiada y los trabajadores de la escritura, los escribas.
La escritura fue utilizada por los grupos poderosos como un instrumento más de control social. Los manuscritos eran guardados en bibliotecas o estaban en poder de “especialistas” o “estacionarios” que los prestaban o alquilaban pero como su costo de copiado era muy alto, para acceder a ellos debía presentarse una garantía de valor, y no todas las personas podían hacerlo y a la plebe le resultaba imposible.
Al igual que todas las transformaciones ligadas a procesos sociales, económicos y políticos el acercamiento del mundo contemporáneo hacia la Sociedad del Conocimiento (SC) requiere de una visión objetiva que permita dimensionar las grandes posibilidades y los riesgos a los que nos enfrentamos al intentar incluirnos en ella.
 La brecha digital se entiende como aquella diferencia entre quienes tienen acceso efectivo a Internet (conexiones estables + conocimiento) y quienes no lo tienen, generalmente asociada a las diferencias socioeconómicas y de formación.  Considerando que uno de los pilares de la sociedad del conocimiento son las nuevas tecnologías el primer factor que afecta la diferencia entre unos y otros es la ampliación del uso de TICs en procesos cotidianos.

La fórmula es simple: El mecanismo de ampliación de la SC es la masificación de las tecnologías encargadas de optimizar todos los procesos de producción. Quienes hoy tienen acceso y formación para el uso de esas tecnologías mañana podrán especializarse aún más en un campo; sin embargo, quienes hoy no tienen la misma capacidad mañana quedarán un paso atrás.
Aumentar la brecha de conocimiento acarrea serias consecuencias sociales y económicas.  Si bien en las bolsas de valores podrán dispararse los mercados de conocimiento, también se aumentarán las cifras de desempleo y de analfabetismo digital.
 El primer paso hacia la SC es justamente la producción continua de conocimiento posible gracias a la formación de la población en todos sus niveles.  Para ello es necesario que dos frentes se pongan de acuerdo y trabajen de forma conjunta.  Por una parte es necesario un cambio en las políticas educativas y de formación, y por el otro, que las instituciones académicas reorienten sus cátedras hacia las nuevas lógicas de producción y apropiación del saber.
La Sociedad del Conocimiento se constituye como una intrincada red que requiere un impulso desde el Estado, a través de sus políticas, para orientar a todos los sectores públicos y privados hacia la consolidación del país como activo del conocimiento. 
En primera instancia es necesario que esas políticas propendan por el mejoramiento continuo de la educación, el acceso masivo a ella y el surgimiento de nuevos programas y plataformas orientados hacia las necesidades de la SC, entendiendo que ésta no sólo comprende los temas industriales y de desarrollos tecnológicos sino también la investigación en ciencias básicas, sociales y humanas, que permitan comprender el por qué de las transformaciones del mundo actual.
En igual media, es necesario que los centros de formación, principalmente las universidades, se sigan acercando a los escenarios que abren las TIC, generando plataformas digitales para sus cátedras, abriendo más programas virtuales y cursos especializados en el uso de herramientas digitales y tecnológicas específicas de los sectores productivos.  De no darse este paso, será improbable que la sociedad se oriente hacia el conocimiento.
Derivado de las lógicas de producción y el nivel de especialización que requieren los empleados de la sociedad del conocimiento, es cada vez más frecuente una lectura de inestabilidad en el mercado laboral, acentuada por las formas de trabajo free-lance y la contratación de consultorías especializadas para resolver problemas específicos en las organizaciones.
Las empresas confían sus procesos a tecnologías diseñadas específicamente para cumplir con las tareas requeridas.  El margen de confiabilidad de las máquinas alcanza casi el 100% y el trabajo desarrollado por varios operarios ahora es ejecutado sin falta por ellas.  El mercado sigue requiriendo personal pero su característica esencial es que cuente con la formación necesaria para administrar procesos sistematizados.
En esa medida, en la última década se ha popularizado el trabajo free-lance, el medio tiempo y el home-work, que en simultánea abre oportunidades para los más calificados pero a la vez transforma las lógicas de contratación y pone en vilo la estabilidad del sistema laboral, reduciendo los cargos para personal operativo.
A modo de resumen podemos decir que el mayor riesgo de la orientación hacia la Sociedad del Conocimiento es no contar con la preparación académica, política y económica, y terminar ahogándonos en el capitalismo del conocimiento.
Autora:  Yameris Solano





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